No puedo escribir este artículo sin hablar aunque sea brevemente de la famosa «nube«. Muchos usuarios saben que la nube es algo bueno, pero no saben por qué. El caso es que la nube nos va a permitir trabajar desde cualquier sitio ya que los datos de la aplicación (y puede que la propia aplicación) estarán almacenados en un servidor de Internet y podremos acceder a ellos simplemente teniendo una conexión a la red.

Hablemos entonces de aplicaciones de escritorio y de aplicaciones web, teniendo en cuenta el siguiente escenario: supongamos una aplicación que utilizan varios usuarios desde varias ubicaciones (ej: un software de control de producción de una empresa con varias sedes). Los usuarios de esa aplicación serán los trabajadores de la empresa y accederán concurrentemente a la aplicación.

Vamos a separar dos capas: base de datos y aplicación.

Base de datos

Obligatoriamente tendrá que estar online para que se pueda acceder desde las diferentes sedes.

Aplicación

Veamos ahora los dos tipos de aplicaciones y sus virtudes de una frente a la otra.

Aplicación de escritorio

Será un programa el encargado de realizar la funcionalidad del software implementado que instalaremos en cada puesto de trabajo y se conectará a través de Internet con la base de datos. La principal ventaja de este sistema será la rapidez de uso ya que podremos incorporar todos los controles de escritorio y todos los eventos asociados a ellos.

Como principal desventaja tendremos la gestión de actualizaciones que nos obligará a actualizar todos los programas instalados en cada puesto de la empresa cuando implementemos evoluciones o corrijamos fallos. Esto nos obligará a diseñar un sistema automático de gestión de actualizaciones ya que un usuario con un software obsoleto puede dañar la base de datos.

Otra desventaja importante es la escasa portabilidad ya que si lo implementamos para un entorno Windows, solo en equipos de ese tipo funcionará y no podremos usarla en una tablet o un teléfono.

Aplicación web

Será un servidor el encargado de realizar la funcionalidad del sistema que hemos implementado a través de un programa que manejará el usuario con el navegador web (Internet Explorer, Firefox, Chrome, etc.) de su ordenador.

La principal ventaja será la disponibilidad de la aplicación a través de dispositivos que tengan un navegador web: ordenadores, teléfonos móviles, tablets, etc. De esta forma un escenario posible podría ser un comercial de una empresa que cierra un pedido en el domicilio de su cliente y a través de una tablet deja realizado el mismo y confirmado con el cliente un plazo de entrega. En ese caso el equipo que tramite los pedidos ubicado en la empresa tendrá constancia del pedido en el momento y podrá tramitarlo rápidamente.

Otra ventaja muy importante será la gestión de actualizaciones que con actualizar la aplicación del servidor, todos los usuarios la tendrán en el momento. Sólo será necesario poner la aplicación en modo mantenimiento para que no haya ningún usuario conectado en ese momento (y no pierda datos) y realizar la mejora. Este tipo de actualizaciones puede hacerse en un horario fuera del horario de oficina de la empresa.

La interfaz de una aplicación web no es una desventaja frente a la interfaz de una aplicación de escritorio ya que actualmente los controles web cuentan con una funcionalidad y cercanía al usuario muy amplias.

En definitiva actualmente resulta más práctico y aconsejable el uso de aplicaciones web siempre que necesitemos un trabajo en diferentes ubicaciones.

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